miércoles, 13 de febrero de 2019

Por si todavía lees esto

Me gustaría coger el móvil y simplemente escribirte, pero hace mucho que ya no me siento en ese derecho. 

Puede que seguir escribiendo en este blog sea aún más raro que hablarte por whatsapp, pero es lo que hay. 

No me voy a esforzar en que este texto me quede bonito porque si no nunca lo publicaría y, total, si es que alguien sigue leyendo esto, esa eres tú. 

Solo quería decirte que te entiendo porque me he sentido así durante años. Rechazada por la gente con la que quería pasar mi tiempo. Nunca lo comprendí. Primero fui la novia de, después la ex de y más tarde la que había hecho daño a x, había estado con y o la que no había esperado lo suficiente para hacer y. 

Es cierto que siempre me dolieron aquellas quedadas "solo para penes", me enfadé durante meses y cuando volví dijeron que se alegraban, no lo dudo, pero yo nunca fui una más. Pasé una ruptura sin mis amigos a mi lado porque entendía que tenían que apoyar al la otra parte, porque todo había sido mi culpa. Y lo siento, de verdad que siento haber hecho las cosas tan mal. Por suerte todo eso pasó.

Sin embargo, después llegó ella y todo fue diferente. ¿Por qué ella sí merecía apoyo? ¿por qué siempre está presente? ¿por qué si ella está yo no puedo estar? Hasta donde sé, hemos tenido equivocaciones parecidas, pero las consecuencias han sido muy diferentes. Nunca lo entendí, pero opté por no hacerme más daño preguntándome por qué yo no era suficiente.

Y lo asumí, asumí que con ellos era así, que si los buscaba, pasarían un buen rato conmigo, pero que no era imprescindible. En cuanto fui consciente de eso, dejó de doler.

Ahora soy esa chica que vive fuera y que vuelve a veces. Me gusta serlo, hace que los vea de vez en cuando, nos ponemos al día y lo pasamos bien. No puedo negar que cuando veo una foto de todos juntos mientras yo estoy de visita siento pena, si sabéis que estoy aquí, ¿por qué no habéis pensado en invitarme? vete a saber, tampoco podemos ir reclamando la atención de la gente. Puede ser un olvido, o que no piensen que el plan pueda ser atractivo para mí. A mí también se me olvida avisar a veces.

Supongo que en estos casi tres años he crecido y he aprendido a aceptar y querer a la gente como es.

Al final, ha quedado más bien un texto egópata contando mis desgracias, qué despropósito. En fin, he leído lo que habías escrito y me he sentido tan identificada que no podía dejarlo pasar.

Y también quería decirte que cuando los veo a ellos también me gustaría verte a ti. Que aunque se suponía que estaba todo arreglado, no veo el arreglo por ningún lado. Alguien me dijo que pensabas que yo te odiaba, confirmo abiertamente que eso no es verdad. 

He intentado escribir todo esto de manera que si alguno de los implicados llega a leerlo, no reciba la impresión de que guardo rencor o que quiero revivir dramas del pasado, esta todo asumido, perdonado y prácticamente olvidado. Pero como siempre la suelo cagar, te pido que guardes esto solo para ti. 

Me estoy alargando un poco, pero bueno, que me ha gustado mucho volver a escribir en este blog para contarte cosas, como hacíamos en los viejos tiempos de dramas amorosos diarios. Y que espero que hayas pillado el concepto de esta entrada (echo de menos ser tu amiga). En cualquier caso, deseo que te vaya muy bien la vida en estos momentos y que como somos a cada cual más cabezota, pues no voy y te pregunto como te va la vida. Porque soy tonta. 

PD: Yo estaba en un mini grupo donde se mandaban los 20 céntimos y ya nadie lo hace, así que me los puedes mandar a mí si quieres (aunque yo ya he perdido la cuenta un poco). 

Ahora me siento un poco tonta por haber escrito esto, lo voy a publicar antes de que me arrepienta. 

Ah, y que mi vida sí cambió cuando desapareciste.




No hay comentarios:

Publicar un comentario