Mi semana está siendo una basura. Así de claro. Cada cosa que intento hacer, especialmente en temas de papeleo, me sale mal, muy mal. Después de un año trabajando, con una media impecable y dos matrículas de honor, me lanzan a un horario incierto que mezcla tarde y mañana. Porque todavía tienen en cuenta las notas de Selectividad. Sí, ese examen que hice hace ya más de un año y que ni siquiera hice mal.
Está claro que el pasado nos persigue.
En fin, prácticamente todas mis clases y actividades coinciden. Soy como una especie de Hermione, solo que más fea y sin ninguna solución mágica. Estupendo.
Eso sin contar el drama que es mi vida cada día de siete a nueve de la noche, con horario variable dependiendo del día.
Creo que mi única motivación para hacer algo durante el curso va a ser la improbable y deseada oportunidad de salir por fin de este agujero.
Además, ¿para qué engañarnos? Llevo tres horas viendo de color azul, y es incómodo cuando esperas una pregunta.
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