Y aún así sé que volveré a caer.

Ahora soy yo la que apenas duerme, la  que está cansada, cansada de esta vida, de ser siempre la niña tonta. No se si prefiero que leas esto o que no, en cualquier caso no es tu culpa no quererme, incluso resultaría raro que lo hicieras, porque en realidad nadie ha sido capaz de hacerlo.
Siempre volví a confiar después de cada una de las malas pasadas que me jugó el amor. Pero es que ya estoy harta de que jueguen a acabar conmigo. Así que prometo no volver a amar a ninguno de vosotros, no, el precio que hay que pagar es muy alto. No al menos hasta los treinta, cuando quizás hayais madurado un poco.
La Celia que amaba incondicionalmente ha muerto, pero no os preocupéis, no es una gran pérdida. Soy oficialmente miembro del Club de los Corazones Solitarios.
Y que sepáis que en realidad estoy enamorada de todos y cada uno de vosotros porque sois cada uno un misterio.
Adiós mis niños.