viernes, 6 de abril de 2012
Emeaeleo
Lo vi nada más salir de la estación pero no le dije nada, seguí caminando, esperando a ver si me reconocía a oscuras. No vino. Seguí caminando y disimuladamente giré la cabeza, ahí estaba, ¿es que no me iba a decir nada? De repente noté que alguien aceleraba el paso a mis espaldas hasta que estuvo a la misma altura que yo, miré y, haciéndome la sorprendida, le dije hola. ''Te he reconocido por detrás'' me dijo, y yo sonreí para mis adentros. Seguía siendo el mismo de siempre, aunque la voz le había cambiado un poco. Me contó sus azañas y sus intentos de dejar sus drogas habituales, me preguntó por mi vida y como tantas otras veces me dejó en casa.
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