Sueños en islas.
Y de repente se vio allí, volando con los brazos abiertos y los ojos cerrados. El viento le daba en la cara y no podía evitar sonreír como una tonta. Pensó que volando podría llegar a cualquier lugar, hacerlo que quisiese, incluso llevar a alguien a volar con ella. Era tan maravilloso. Entonces abrió los ojos y se encontró en una mera atracción de parque.
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