martes, 15 de noviembre de 2011

¿Cuando no sabes como llamar a algo es mejor no ponerle nombre o uno que se le aproxime?

Cuando cerró el grifo se sintió en total paz consigo misma. Se enrolló en la toalla y empezó a embadurnarse en crema hidratante ¡CREMA HIDRATANTE! Hacía meses que no tocaba aquel bote. Se puso la ropa interior y se lavó la cara y los dientes. Se miró en el espejo, se sentía bonita. Se vistió con la ropa más sencilla que encontró, no quiso utilizar el secador, prefería un secado natural aunque se muriese de frío. Cogió sus cosas y salió de allí sin una gota de maquillaje, por supuesto.

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